Cómo abordar (bien) un proyecto web.


¿Por qué fallan tantos negocios electrónicos?

En mis clases, charlas y conferencias no deja de repetirse esta pregunta. En realidad, la respuesta es bien simple: Por falta de planificación estratégica.

Internet, al igual que sucediera con la fiebre del oro del Far West, fue tomado por muchos como una mina de oro al alcance de cualquiera con una idea de negocio más o menos original y "buena" (qué difícil afirmar que una idea sea "buena" o "mala", y sin embargo, con qué facilidad las juzgamos).

La realidad es que también en Internet, una buena y robusta planificación estratégica es necesaria. El tiempo lo está demostrando. Estamos asistiendo a una selección natural. Todo proyecto web que esté estratégicamente bien planteado, obtendrá resultados positivos.

Ojo aquí. Resultados positivos no quiere necesariamente decir beneficios económicos. Este es un error típico de método de evaluación del grado de éxito o fracaso de un proyecto web. Si su negocio es su web, evidentemente entonces los resultados económicos directamente producidos por esta serán lo que le interesa. Pero si este no es el caso, es decir si la web es una parte más de su negocio, que incluye otros activos, entonces será igualmente, o incluso más importante fijarse en beneficios tales como mejora del nivel de servicio, optimización del proceso clave de Marketing, apertura a nuevos mercados...

Hace algún tiempo ya que desarrollé la metáfora del triángulo del IPM (Internet Project Management) para explicar de manera gráfica mi visión de cómo abordar correctamente un proyecto web:

Todo proyecto web tiene tres vértices, tres lados fundamentales:

1. Diseño
2. Tecnología
3. Análisis estratégico
 

Mediante esta figura geométrica defiendo la necesidad de construir cualquier proyecto web desde una base, que ha de ser el análisis estratégico, para apoyar de manera precisa a continuación los lados (diseño y tecnología), en función de la base.

Demasiados proyectos web empiezan al revés. O mejor dicho, del doble revés. Empiezan por un bonito diseño de página, fruto de una gran inspiración del diseñador, y luego buscan que la estrategia, si es que existe, se adecue a este diseño. O bien comienzan por desarrollar un fenomenal juguete técnico en forma de web, y sólo después exploran un poco el mercado, se preguntan quién será el usuario, piensan en los posibles modelos de negocio...

Esta forma de abordar proyectos web, y me van a perdonar la redundancia, sólo pueden acabar de una manera: con un buen revés.

Lo verdaderamente difícil en los negocios, tradicionales o no tan tradicionales, siempre ha sido, y siempre será, tener claramente definida una estrategia ganadora. Los recursos y los sistemas de producción, si existe una estrategia ganadora, se acaban creando sin demasiados problemas.

En un proyecto web sucede exactamente igual. Si tiene la estrategia, el diseño y la tecnología los encontrará sin dificultades mayores.

Hay muchas empresas de diseño y desarrollo web compitiendo por ofrecerle los mejores diseñadores, así como los mejores programadores.

Recuerde, no empiece por el tejado, empiece por la base. Por la base del triángulo.


© Iban Unzueta
Socio-Consultor en Negocios Electrónicos de E-stratup y Deusto Consulting Group,
Profesor titular de e-Marketing en la Escuela de Negocios ESEUNE y
Director General de la firma de Comunicación Global Art Creativos s.l.