Los 10 mandamientos del marketing digital.
PAUL FLEMING
ENERO 30, 2001


Si eres como yo, posiblemente te encanta leer en la playa. Aprovechando la pausa de verano, uno puede no solamente recargar las pilas del cuerpo, sino también de la mente.

Después de pasar tanto tiempo delante de la pantalla, me gusta llevarme un libro a la orilla, tumbarme en la arena, y desconectar.

Estos momentos sirven también, por supuesto, para escanear rápidamente aquellas revistas no leídas que forman ya un montón casi babilónico en mi mesa.

Pero aquí la palabra clave es rápidamente. Porque no puedo pasar mucho tiempo leyendo al sol -la melodía de las olas en mis oídos- sin que el sueño de una tarde veraniega se apodere de mi voluntad de leer, saber, crecer.

Por lo tanto, esta vez te lo voy a poner muy fácil. Y apuesto a que podrás leer este artículo hasta el final, sin haberte visto conquistado también por ese sol seductor de la playa.


El consejo de la amiga


El otro día una amiga me daba la pista para este artículo.

"¿Por qué… “,decía, "no escribes un artículo muy light, uno en que podamos encontrar un resumen general sobre los puntos más importantes de todos tus artículos anteriores?"

Continuó diciendo que había asistido a un sinfín de conferencias sobre Internet en los pasados 12 meses.

"Lo que a mí me iría fenomenal", añadió, "sería poder encontrar en un solo artículo una especie de "Diez Mandamientos", algo que podría poner en el corcho de mi oficina para acordarme de las cosas más importantes para mi estrategia en Internet."

Con este consejo en mente, querido lector, te ofrezco mi visión personal de lo mismo. Espero que te sirva para triunfar en tus proyectos durante un otoño que promete ser una época muy movida este año.

¡Ah! Y no hay que olvidarlo:



Los Diez Mandamientos del Marketing Digital.

1. Toda campaña empieza con una web de calidad. Refuerza tu marca y tus ventas con una presencia activa en Internet.

2. A la hora de diseñar tu web, céntrate en tu cliente. Crea un sitio interactivo y lleno de valor añadido, donde la consideración más importante sea lo que quiere tu usuario.

3. Fomenta el feedback y la activa implicación de cada usuario. No olvides que la bidireccionalidad de Internet te brinda una oportunidad inédita: la de abrir un canal de comunicación directamente con tus clientes.

4. Crea "comunidad". Los usuarios se implican más en una web donde ven que hay una comunidad de gente que comparte sus intereses y que juntos contribuyen a crear los contenidos del site.

5. Personaliza la experiencia donde sea posible. A todo el mundo le gusta ser tratado como una persona individual y única. Usa el nombre del usuario en la pantalla y crea contenidos hechos a su medida.

6. Fideliza a tus usuarios para estrechar la relación con ellos. Si tienes una web dinámica e interactiva, invítales a volver muy a menudo. Piensa en acciones promocionales que les atraerán una y otra vez. Capta sus datos (siempre con su permiso) para estrechar así su relación con tu marca o empresa.

7. Promociona tu web con una campaña de banners. No escondas tu web dentro de la selva Internet. Crea una campaña impactante de vallas animadas (banners) ubicadas en sites con mucho tráfico para reforzar el branding y generar tráfico hacia tu web.

8. Aprovecha el poder de los patrocinios. Cuando tengas muy claro el tipo de público que buscas en Internet, identifica dónde se reúnen estos usuarios. Apoya a sus webs favoritos mediante patrocinios donde los usuarios más interesados en tu producto estarán más abiertos y agradecidos por los contenidos que aportas a su comunidad.

9. Emplea las nuevas tecnologías multimedia. Internet se parece cada vez más a la televisión en cuanto a los contenidos se refiere. Usa audio, vídeo, animación y "ciberspots" para destacar en la Red.

10. Gana dinero en Internet. ¡Te espera un bote de oro al otro lado del arco iris de esta nueva forma de la publicidad! Basa todos tus esfuerzos en Internet en lo que necesita tu cliente y él te dará la recompensa en las ventas y en el ahorro de costes que conseguirás vía tu web.

 

Paul Fleming
* Artículo provisto por El Instituto Peruano del Marketing