Declaración de derechos de Internet del Senado.
Aprobado el 9 de Diciembre de 1999 por la Comisión Especial de Redes Informáticas del Senado.
                    CONCLUSIONES DEL INFORME APROBADO POR LA
                    COMISIÓN DE INTERNET
                    
                    
                    http://www.internautas.org/documentos/decla_dere.asp
                    Preámbulo
El desarrollo 
                    de las Nuevas Tecnologías de la Información es un hecho que 
                    incorpora novedades que transforman de forma sustancial la 
                    economía, las relaciones humanas, la cultura y la política 
                    en nuestra sociedad. Estamos ante una revolución técnica que 
                    significará, está significando ya, un importante cambio 
                    social e institucional, rápido en el tiempo y de gran 
                    magnitud en sus consecuencias. El ritmo con el que crecen, 
                    en los países llamados avanzados y por tanto también en 
                    España, los instrumentos de la denominada “Sociedad de la 
                    Información” evolucionan en progresión geométrica y es 
                    evidente que de su buen desarrollo armónico depende en gran 
                    medida nuestro futuro y nuestro papel en el nuevo mundo que 
                    se dibuja. Los PIBs
                    nacionales tienen cada día una relación mayor con este 
                    sector.
Todo cambio tecnológico 
                    trae consigo nuevas inquietudes, comporta reestructuraciones 
                    sociales y anima nuevas perspectivas de progreso y 
                    bienestar. También aparecen en el horizonte nuevas 
                    preocupaciones tales como desigualdades no conocidas hasta 
                    el presente y problemas no
                    planteados todavía, retos inexistentes hasta ahora que 
                    situarán a unas naciones a la vanguardia respecto a otras, 
                    renovadas costumbres y hábitos que afectarán a la vida 
                    cotidiana de las personas, al mundo del comercio, de las 
                    artes y las ciencias. No es exagerado afirmar que las nuevas 
                    tecnologías pueden propiciar y conseguir un salto 
                    cualitativo hacia delante siempre que seamos capaces de 
                    favorecer la generación y el acceso a la información al 
                    conjunto de la población para transformarlo en conocimiento 
                    acumulado y compartido como fuente de progreso y riqueza 
                    colectiva.
Existen riesgos ciertos y 
                    problemas que hay que prevenir antes de que ocurran 
                    realmente. Es posible que se produzca una nueva dualización 
                    entre el Primer y el Tercer Mundo y también una dualización 
                    en el seno de las llamadas sociedades “avanzadas”: entre los 
                    que tienen capacidad económica para acceder a la información 
                    y los que no la tienen, entre los que saben y los que no 
                    saben y, entre estos últimos, entre aquellos que no saben 
                    por que no quieren o los que no saben por que no pueden o no 
                    disponen de los medios necesarios para ello. Una dualización 
                    territorial entre aquellos que vivan en zonas que por su 
                    situación económica, geográfica y poblacional dispongan de 
                    la llamada “banda ancha” y los que tengan que conformarse 
                    con el arcaico acceso
                    a las redes telefónicas rurales.
Pueden producirse nuevos 
                    cambios y desajustes en el mundo laboral. El puesto de 
                    trabajo tradicional, en el que se entra a la misma hora y se 
                    comparte un mismo espacio, tiende a desaparecer. Lo que 
                    cuenta es el producto final, no importa desde donde se haga, 
                    quién lo haga ni en cuanto tiempo. Las nuevas tecnologías de 
                    la información, que pueden significar un paso de gigantes 
                    con el fin del trabajo rutinario, corren también el riesgo 
                    de convertirse en el principal
                    instrumento de idiotización global de un nuevo orden en el 
                    que sean muy pocos los que controlen y ejecuten proyectos 
                    que a todos atañen. El aumento del bienestar colectivo no es 
                    posible sin la redistribución de las mejoras incrementales 
                    –económicas y laborales- que la aplicación de las nuevas 
                    tecnologías de la comunicación puedan suponer. A corto y 
                    medio plazo, la destrucción
                    directa de empleos tradicionales debe verse contrarrestada 
                    con alternativas que no reproduzcan los recientes traumas de 
                    la crisis que ha sufrido el modelo de sociedad industrial 
                    clásica surgida de los siglos XIX y XX.
La rapidez con la que se 
                    desarrollan las nuevas tecnologías puede provocar a su vez 
                    la aparición de nuevos monopolios. El mercado no siempre 
                    acoge como producto final de consumo ni lo mejor, ni lo más 
                    útil, ni lo técnicamente más perfeccionado y ni siquiera lo 
                    más barato. No todos están en igualdad de condiciones de 
                    competencia y son cada vez menos los que están en
                    disposición de encarar los retos que el mercado demanda.
Las nuevas tecnologías de 
                    la información pueden también incidir y plantear problemas 
                    políticos y de representatividad en los estados democráticos 
                    si la dualización mencionada se consolida. La tecnología de 
                    la información, como instrumento de comunicación de masas, 
                    representa además un instrumento de poder extraordinario en 
                    manos de quien pueda ejercer su control efectivo. Pueden, 
                    todavía, añadirse a las dificultades apuntadas una larga 
                    lista de posibles
                    inconvenientes, pero no se trata de eso si no precisamente 
                    de lo contrario, de eliminar dificultades.
No se trata de 
                    prevenirse contra nuevos avances técnicos, hay que 
                    aprovechar hasta el final el potencial que ofrecen en el 
                    camino adecuado, el que suponen los usos que van a hacer las 
                    personas de estos nuevos instrumentos que deben servir para 
                    trabajar más a gusto y de forma más eficaz, para mejorar 
                    nuestra calidad de vida, para comunicarnos con más fluidez . 
                    La nueva sociedad debe favorecer la generación y el acceso a 
                    la información del conjunto de la población.
                    Es preciso poner el acento en los contenidos, en la 
                    información, en un nuevo modelo educativo, en la posibilidad 
                    de ejercer la medicina desde nuevas perspectivas, en una 
                    innovadora visión de conjunto que permita la visión amplia 
                    que soñaron los investigadores de siempre. En definitiva, en 
                    las personas.
Las administraciones 
                    públicas no pueden desconocer la urgencia del país en estas 
                    cuestiones y, por tanto, tienen la obligación inmediata de 
                    tomar medidas sobre las mismas. Así lo ha constatado, a 
                    través de los expertos comparecientes y los portavoces de 
                    los grupos parlamentarios, la Comisión Especial para el 
                    Estudio de las Redes Informáticas del Senado. Con todas sus 
                    actividades, la Comisión tuvo la aspiración de construir 
                    positivas e importantes conclusiones de consenso político 
                    para facilitar el uso y acceso a las nuevas tecnologías por 
                    parte de la población en general convencida de que Internet 
                    debe convertirse en un servicio público
                    universal. Mientras eso ocurría, se dibujaba incluso como 
                    perentoria la necesidad de avanzar en el cumplimiento de 
                    aquello que aparece ya como una urgencia en un marco en el 
                    que las novedades, oportunidades y evoluciones se miden más 
                    por días que por meses o por años.
Las Cortes Generales y las 
                    administraciones públicas en general deben ser el garante 
                    para que la igualdad de oportunidades y de acceso a los 
                    bienes de la información sean una realidad tal como expresa 
                    el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos 
                    Humanos, la Constitución Española y los Estatutos de 
                    Autonomía de nuestras nacionalidades y regiones. No se puede 
                    esperar de la bondad del mercado, que naturalmente opera 
                    desde la óptica del beneficio
                    empresarial, que la universalización del servicio de 
                    comunicaciones empleando las nuevas tecnologías de la 
                    información sea una realidad ni a corto, ni a medio ni a 
                    largo plazo. El Ministerio de Fomento , la Comisión para la 
                    Supervisión del Servicio de Acceso a Información y la 
                    Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones así 
                    lo han reconocido en múltiples declaraciones y documentos.
La universalización del 
                    acceso a la información por parte de las ciudadanas y los 
                    ciudadanos aparece como una necesidad, un servicio y un 
                    derecho que los poderes públicos deben garantizar, auspiciar 
                    y proteger. La fuerza imparable en la irrupción y el 
                    desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información, no 
                    sólo en España sino en el mundo entero, permite hablar, 
                    incluso, de la primera y más rápida revolución tecnológica 
                    global. La universalidad del servicio aparece como más 
                    urgente, si cabe, entre nuestros niños y niñas, jóvenes y 
                    adolescentes que
                    necesitan de estos elementos para enfrentarse a los nuevos 
                    retos y situaciones.
Los problemas técnicos 
                    suelen tener soluciones políticas y económicas. La 
                    obligación de los legisladores españoles consiste ahora en 
                    diseñar los mecanismos para poner al servicio de la inmensa 
                    mayoría de ciudadanos y ciudadanas las ventajas, los avances 
                    y los progresos que las nuevas tecnologías de la información 
                    ofrecen o pueden ofrecer, más allá de augures y consejeros
                    interesados y, para ello, no basta con hacer invocaciones 
                    optimistas al futuro, abrir puertas donde no son necesarias, 
                    ni dibujar proyectos imposibles que el tiempo se encarga de 
                    arrinconar.
Es una responsabilidad de 
                    los legisladores y del Gobierno central y de los de las 
                    Comunidades Autónomas garantizar la igualdad de 
                    oportunidades a los ciudadanos y a los territorios del 
                    Estado. La cesión de la configuración de redes únicamente al 
                    operador y al mercado referidos en razones de carácter 
                    mercantil impide que se cumpla el principio de universalidad 
                    y de servicio público. Todos los individuos y grupos 
                    sociales tienen derecho a disponer de instrumentos para su 
                    desarrollo y es aplicable el principio de subsidiariedad, 
                    cuando no pueden acceder a tales instrumentos por motivos 
                    ajenos a su voluntad de desarrollo humano como la
                    distancia, la diferencia de renta, discapacidades físicas, 
                    densidad de población, predominio del sector agrícola, a los 
                    modos de vida rural, entre otros. No es posible dejar a los 
                    agentes del mercado las decisiones sobre el tendido y 
                    extensión de las redes cuya planificación y ordenamiento
                    deben corresponder a la Administración Pública. El reto que 
                    tienen en la actualidad los poderes legislativo y ejecutivo 
                    es el de propiciar un referente legal que sirva para llegar 
                    a la regulación; introduzca políticas acordes con el derecho 
                    constitucional, con la información, con la garantía del 
                    ejercicio de competencia y con la observación del carácter 
                    de servicio público que tiene la red.
Esta Comisión no puede concluir sus trabajos sin hacer una llamada para incluir dentro de las políticas de cooperación internacional y ayuda al desarrollo, desarrolladas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional, así como el Ministerio de Economía, por medio de sus Fondos y Créditos de Ayudas al desarrollo, como también la cooperación descentralizada que se efectúa desde los órganos de las Comunidades Autónomas, fórmulas para colaborar con los países emergentes en la aproximación a la disposición, aprendizaje y dominio de las tecnologías informáticas de comunicación; incidiendo en particular en los niveles educativos básicos, técnicos y universitarios. Esta sensibilización por la incorporación de sociedades en vía de desarrollo a las modernas técnicas de información, debe orientarse con preferencia hacia el área latinoamericana y los países del Magreb.
Conscientes de todo ello, 
                    sabedores de la importancia capital que para el futuro de 
                    nuestro país tiene el correcto desarrollo de los nuevos 
                    instrumentos del mundo de la información y la comunicación, 
                    plenamente convencidos de que el desarrollo de las nuevas 
                    tecnologías requiere de un amplio consenso y protagonismo en 
                    las políticas de todos los ámbitos y niveles del Estado, 
                    sean cuales fueren sus cometidos; considerando que España no 
                    puede volver a cometer errores
                    que en el pasado significaron décadas de retraso en la 
                    implantación de nuevos modelos productivos que implicaron 
                    retrasos imperdonables en desarrollo, cultura y bienestar 
                    para el conjunto de nuestra sociedad, los miembros de la 
                    Comisión, expuestas y acordadas las ideas que preceden, 
                    presentan ante el Pleno del Senado para que sean analizadas, 
                    debatidas y en su caso aprobadas, las siguientes 
 
CONCLUSIONES
I.- Todas las personas tienen el derecho fundamental de acceder libremente a la Red, sin discriminación de sexo, condición, características físico-psíquicas, edad o lugar de residencia.
II.- La libertad es una condición inherente a la Red que no podrá ser restringida por ningún poder público o privado. La libertad debe ser total en cuanto al acceso, la circulación, la información y la comunicación. Las únicas limitaciones posibles son aquellas que vengan delimitadas por la Carta Universal de los Derechos Humanos.
III.- Corresponde a los poderes públicos establecer las condiciones para que la libertad y la igualdad de las personas en la Red sean una realidad, eliminando los obstáculos que impidan el acceso de todos los ciudadanos a tal red y facilitando la participación de todos los españoles.
Los poderes públicos para cumplir tal fin, articularán medios para poner a disposición de todos los ciudadanos la Red, en colaboración con los operadores privados.
IV.- El ordenador personal y el domicilio electrónico son inviolables. Ninguna entrada o registro podrá hacerse sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito. Se garantizará el secreto de las comunicaciones electrónicas y la privacidad de los datos.
Cualquier actuación relacionada con la actividad informática se atendrá al mandato del artículo 18 de nuestra Constitución.
V.- Es necesaria la exigencia de un sistema público que garantice la seguridad informática, apoyando, además, todas las iniciativas de autorregulación que propicien una Red global efectiva y segura, a la vez que prevengan de aquellos contenidos nocivos para los menores. Se promoverá la creación de códigos éticos y deontológicos, estimulando a que usuarios de la Red y operadores constituyan un organismo representativo en el que se intercambien puntos de vista y se acometan iniciativas para la mejora y difusión positiva del marco de autorregulación.
Las Unidades Operativas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incrementarán sus dotaciones humanas y técnicas para que puedan realizar una eficaz labor de prevención, seguimiento, control y, en su caso, persecución de Los contenidos y prácticas ilícitas a través de la Red.
Por otra parte se creará una Fiscalía Especial para los Delitos Informáticos.
VI.- Todos los españoles tienen derecho a la educación y a la formación en nuevas tecnologías.
Los poderes públicos desarrollarán planes de alfabetización digital para escolares, jóvenes, mayores y discapacitados, con el objetivo de eliminar las barreras en el aprendizaje y uso de los equipos. Asimismo, promoverán el acceso gratuito a la Red en bibliotecas, centros culturales, cívicos, sanitarios y docentes, tanto en el ámbito urbano como en el medio rural.
Se creará un Distrito Universitario Virtual y Bibliotecas Digitales para que la enseñanza superior y la cultura estén al alcance de los españoles.
Igualmente se establecerá un programa especial para el acceso de las personas discapacitadas a las nuevas tecnologías de la información.
De acuerdo con las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales, se incentivará la creación de escuelas de formación permanente que faciliten el acceso y aprendizaje de las nuevas tecnologías de la información a la población en general y muy especialmente de la formación continua del profesorado.
Se establecerá un fondo específico para que instituciones, universidades, empresas y entidades, dediquen esfuerzos a la investigación, el desarrollo y la innovación de las tecnologías.
VII.- Las lenguas y culturas españolas son signos de identidad que nos distinguen y que constituyen un valor añadido de nuestra entrada en el espacio digital. Nuestro idioma es un bien cultural que nos proporciona una ventaja competitiva al interrelacionarnos con la amplísima población mundial de hispanohablantes. Se establecerá un programa para consolidar y aumentar significativamente la implantación de contenidos en español dentro de la Red, incrementando la asignación presupuestaria al Instituto Cervantes, a través del cual también se iniciará un programa de conocimiento y divulgación del gallego, el euskera y el catalán. Asimismo se dedicará especial atención a la comunicación en estos tres idiomas.
VIII.- España participará activamente en las iniciativas de la Unión Europea encaminadas a aunar esfuerzos de difusión, mejora de calidad y rebaja de los precios en la extensión y uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, propiciando un marco común que permita la libre competencia y la universalización del servicio de transmisión de datos.
Los planes de cooperación internacional para el desarrollo de las instituciones del Estado y Comunidades Autónomas incluirán, preferentemente, programas de fomento de tecnologías de la comunicación, en particular en las actuaciones de cooperación con los países del área de Latinoamérica y del Magreb.
La Comisión apoya la propuesta de la Comisión Europea "e-Europa" que será próximamente estudiada en la cumbre de Helsinki.
IX.- La Red ha supuesto una verdadera transformación en el libre comercio, dándole un auténtico sentido a la libre empresa y lo que es más importante, a la iniciativa personal, haciendo que gracias al espíritu emprendedor de las personas éstas puedan ofrecer sus mercancías y productos al mundo entero sin límites geográficos, ni cronológicos, ni de ningún otro tipo. La libertad es tal en el comercio electrónico, que las propias empresas y comerciantes han creado un código ético de comportamiento basado en la buena fe y en la imagen, bien sea suya o de los productos que ofrecen. Asimismo, las actividades informáticas y su interconexión han revolucionado el mundo del empleo, dando oportunidad al desarrollo de puestos de trabajo desde el propio domicilio particular y convirtiendo la Red en una bolsa de trabajo universal que es consecuencia de la conversión del planeta en un monumental mercado de trabajo.
Los poderes públicos fomentarán e incentivarán el acceso de las empresas a la Red, incluidas las ayudas a la instalación de equipos, para que a través del Comercio Electrónico se llegue a una economía más dinámica, competitiva y abierta, generadora de nuevas formas y yacimientos de empleo.
X.- El correcto funcionamiento de la Red, así como su adecuado mantenimiento, exigen el permanente compromiso de las empresas operadoras y la atenta vigilancia por parte de los organismos públicos. Las Cortes Generales serán informadas periódicamente de las incidencias y fallos en la prestación del servicio. Dicho informe será examinado previamente por la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones.
XI.- Las infraestructura de alto ancho de banda y su implantación en todo el territorio nacional son una de las garantías de máximo aprovechamiento de las redes informáticas.
Se potenciará la extensión y consolidación inmediata de la fibra óptica según todos los concursos adjudicados por demarcaciones así como la extensión del cable de la operadora dominante que también tiene la opción de hacerlo una vez transcurrida la moratoria establecida.
Además del fomento de tecnologías como la ADSL se promoverá el acceso a través de la radio en sus diferentes tipos de ondas y, en definitiva, cuantas futuras tecnologías permitan aumentar el ancho de banda y la interactividad del mismo.
Se incentivará la circulación e instalación en España de las grandes redes de trasporte de comunicación a través de fibra óptica con los consiguientes enlaces de alta capacidad y gran rapidez.
XII.- La salvaguarda de los derechos correspondientes a la propiedad intelectual e industrial cobra su importancia como consecuencia de la aparición de tecnologías novedosas a través de las que se crean, construyen, distribuyen y difunden contenidos que son producto de la imaginación y esfuerzo de la persona.
Se divulgarán las leyes y normativas que otorgan garantía y amparo a las obras en formato digital, incorporando asimismo a la legislación española los convenios, tratados y medidas que incrementan tal protección.
Se dotará a la autoridad reguladora de dominios de capacidad para evitar y, en su caso, sancionar, los comportamientos ilegítimos y perjudiciales de quienes pretendan usurparlos con fines objetivamente reprobables.
XIII.- Es necesario potenciar de inmediato un plan de modernización digital de las Administraciones Públicas.
La Red será el vehículo que favorecerá una nueva relación de proximidad de la Administración con los administrados. Estos podrán gestionar directa, rápida y eficazmente sus intereses con una Administración moderna y transparente, que pondrá gratuitamente a disposición de los españoles documentación, resoluciones, legislación y normativas, así como toda aquella información que no vulnere ningún derecho o garantía fundamental.
XIV.- Las Instituciones parlamentarias utilizarán las redes electrónicas para aproximar las relaciones entre representantes y representados, facilitando la participación activa y directa de los españoles en sus actividades y procedimientos.
El Senado creará una Comisión con capacidad legislativa y de control del Gobierno, que velará por el desarrollo, impulso y fomento de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en España".