El lento despegar de la Pyme española en Internet.

El siglo XXI pasará por ser el siglo de la eclosión y el avance de las comunicaciones. Nunca hasta ahora habíamos contemplado la posibilidad en tiempo real de obtener cantidades ingentes de información, noticias contrastadas, un casi ilimitado número de fuentes a las que recurrir, comunicarnos con cualquier parte del planeta sin preocuparnos por la ubicuidad del receptor, compartir recursos con otras personas a través del ordenador o ver en directo imágenes de lugares que se encuentran a miles de kilómetros.

Este despliegue de las comunicaciones ha tenido una aceleración inusitada en los últimos cinco años, pero avanza a una velocidad que a muchas empresas asusta. Y dentro de este avance vertiginoso, está el fenómeno de Internet.

Las grandes compañías se montaron en el tren de la e-oportunidad creando negocios paralelos en a red virtual.

Tienen mucho territorio ganado. Pero no todo. Si algo caracteriza a la red de redes es la heterogeneidad junto con la posibilidad de que grandes y pequeños muestren a la globalidad sus propuestas. Es ahí donde la Pyme puede tener un hueco en el mercado. Su mayor reto es aprovechar los recursos de este nuevo medio, pero su principal problema es que no tienen la financiación económica ni el conocimiento del medio Internet.

Actualmente, el principal freno para estas ¿modestas? empresas, - algunas Pymes llegan a facturar miles de millones al año- es el desconocimiento sobre qué les puede aportar la red a su negocio. La consabida respuesta que dan es “si hasta ahora me va bien, mi negocio incluso ha crecido, qué mejoras me puede aportar Internet” o esta otra “mis clientes no usan para comunicarse ni el correo electrónico” “el mío es un negocio tradicional, no va con las nuevas tecnologías”.

Respuestas que cada día pueden caer por su propio peso. Utilizar Internet para cualquier empresa es hoy cuanto menos, un valor añadido, el correo electrónico es la forma más económica de transmisión de documentos, archivos fotográficos y sonoros... incluso vídeo, cosa impensable con su predecesor el fax, y curiosamente negocios tradicionales como el del sector de jamones o el damasquinado toledano reciben pedidos que han aumentado en un 900 por 100 en sólo unos meses. Pero algunas de las objeciones que argumentan las Pymes tienen una base sólida. En algo, tienen razón. No existen productos y servicios Internet adecuados para estas empresas. Una Gran Compañía dispone de su propio departamento que comenzó siendo de Informática para convertirse y ampliar con otro de Desarrollo de Proyectos Internet. Una Pyme de 10 empleados no dispone de ese departamento. Como mucho, hace poco ha modernizado su sistema informático y ha creado un software de gestión adaptado a sus necesidades. Lo que no saben es que por una mínima inversión pueden dar un vuelco a su negocio. Existen algunas propuestas –muy pocas- para acercar Internet a la empresa. ¿Qué es lo que necesitan? Primero información, que les cuenten lo básico para desenvolverse en el entorno. No hay que saber de protocolos, ni de criptografía, ni de direcciones IP, ni de servidores. Cuando encendemos un televisor, no sabemos que tiene un tubo de rayos catódicos y hacemos uso de ella. Pues lo mismo tiene que suceder con las empresas que utilizan Internet. Lo que sí necesitan es información, apoyo constante. Después necesitan optimizar recursos y buscar soluciones a medida que hagan que su negocio ahorre costes. Para ello buscarán una formación continuada, un acceso corporativo a su medida, un software asequible que no necesite ordenadores ni máquinas muy potentes y costosas. En resumen, rodearse de un entorno sencillo, que lo pueda utilizar desde el directivo a la recepcionista.

Sólo un 15% de las Pymes tienen presencia en Internet. Y su presencia consiste en una página web muy básica, en algunos casos obsoleta en la que tímidamente se ofrece un catálogo de productos y servicios. La mayoría con el denostado cartel de “Página en Construcción “ y la alusión a un número de teléfono. O sea, que se sigue remitiendo a un número de teléfono para obtener una comunicación con la empresa. Resultado: Interactividad nula. Insuficiente aprovechamiento de la red. Escasa operatividad. Este es el panorama de la presencia en Internet de la Pequeña y Mediana Empresa.

Si tenemos en cuenta que un 95% de las empresas en este país son Pymes y que dan trabajo a casi el 80% de la población activa, estamos hablando de un potencial importantísimo que debe entrar en Internet y que hará de la red una herramienta diaria de trabajo. Nadie lo pone en duda; las PYMES son cruciales para el desarrollo y crecimiento de nuestra economía: realizan el 64% de las ventas nacionales, reúnen el 41% de las exportaciones españolas y según el Instituto Nacional de Estadística, en el último censo de 1998 había un total de 2.500.000 de empresas de estas características.

En un mundo caracterizado por los continuos cambios, el tamaño de estas empresas debería predisponerlas a adaptarse con una gran rapidez a los diferentes escenarios tecnológicos. Pero esto no es el denominador común, entre las Pymes españolas existen numerosas empresas familiares que no se caracterizan, en general, por la flexibilidad en la organización ni por la actitud positiva para incorporarse a las nuevas tecnologías que hagan mejorar sus procesos de producción y en consecuencia, generen más negocio.

2.500.000 de empresas. Demanda de Soluciones Internet para Pymes con precios accesibles para estas. Nuevas oportunidades de negocio. El reto está lanzado: sólo hay que cogerlo.

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Teresa del Castillo

Teresa del Castillo
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