Dolorosas pero útiles lecciones.
Rafael Fragoso
AGOSTO 13, 2001

Ahora que las aguas de los negocios electrónicos se han calmado un poco, tenemos tiempo de ponernos a reflexionar y aprender de nuestros errores y aciertos.

Hemos visto compañías "dot-com" emerger de un día a otro, construir imperios multinacionales con presencia en Latinoamérica y Europa y al mes siguiente precipitarse hasta el fondo del mar, atados a los pies de un peso de costos fijos y deudas que los han llevado a la quiebra.

Ante estas situaciones, observamos que una de las lecciones más claras ha sido que los negocios electrónicos no son más que eso: NEGOCIOS. Sin importar si son "click" o "click and mortar" o "brick and mortar", primero que nada son negocios, y como tales deben ser administrados.

Muchos dot-coms, hoy dead-coms, creyeron que con un financiamiento iban a levantar el vuelo, pero todo estaba sustentado en sueños guajiros, y vaya, no digo que no debamos soñar, pero debemos ser objetivos y no creer que gracias a la publicidad un sitio será sostenible, mucho menos cuando basamos nuestro modelo de negocios en tráfico que no sabemos siquiera de dónde vendrá.

Otro problema ha sido la falta de conocimiento acerca de las tecnologías de Internet. He conocido empresas que basan su operación en negocios electrónicos y que ni siquiera analizan al menos una vez al mes su log de entrada. Es decir, no saben de dónde viene su tráfico, en qué momento salen de su sitio, de qué país está entrando más gente. Este grave error equivaldría a ponernos en el papel de un vendedor ambulante que nunca llega a conocer sus clientes y que considera que la "compra única" es lo que lo mantiene monetariamente sano.

Una lección muy dolorosa ha sido la de ver Internet como un fin y no como un medio, empresarios, emprendedores, inclusive uno que otro sinvergüenza, buscó Internet como la forma de lograr el éxito que siempre habían buscado. Tuvieron suerte, hicieron sus iniciativas, vendieron y ganaron, otros tanto se quedaron en el camino con muchas deudas. El problema es que estos motivos causaron una cierta desconfianza hacia los dot-coms, sobre todo desde el punto de vista de los capitalistas de riesgo.

La cuarta lección podríamos considerarla como la falta de análisis de mercado, muchas iniciativas se basaron en comercio electrónico; sin embargo, como comenta Alejandra Arreaga en su artículo Cultura Electrónica , México aún no ha cultivado por completo al comercio electrónico. Nos topamos con que aproximadamente el 3% de la población mexicana tiene el acceso a Internet; de ese porcentaje imaginemos ahora cuántas personas de ellas tienen una tarjeta de crédito y de ese pequeño universo pensemos si todos se animarían a proporcionar su número de tarjeta por Internet. Por otro lado, existen diferentes métodos de pago, pero parece algo tedioso comprar por Internet un producto y tener que ir a una sucursal bancaria a realizar un depósito, volver a la computadora para avisar sobre el depósito y esperar sentado el producto. Realmente, suena impráctico.

Pero la intención de este artículo no es, definitivamente, la de desalentar a todos los emprendedores ni ver el mundo desde un pesimista punto de vista. El verdadero objetivo es que seamos objetivos en las decisiones que tomamos con respecto a estas nuevas tecnologías.

Actualmente existe una nueva generación de hombres de negocios, siendo la mayoría dueños o directores de pequeñas y medianas compañías que nos están dejando el legado, ver Internet como un medio y no como una meta. Esto implica que Internet se convierte en un vendedor más, en un vehículo a través del cual operaremos tradicionalmente con un implemento tecnológico, y no ver Internet como una nueva compañía. Muchos de estos empresarios no pudieron subirse al "Titanic" del e-business en el momento cumbre porque era muy costoso, pero en definitiva tuvieron la ventaja de ver desde lejos el hundimiento del mismo.

Pero no todo está perdido. Iniciativas como Suplaza.com.mx (en la ciudad de Monterrey, México) están teniendo éxito, son compañías que ofrecen un verdadero diferencial no sólo por estar en línea, sino porque tienen una ventaja competitiva perfectamente definida y claramente visible al consumidor.

Aún no está todo escrito, quedan varios mega-portales vivos, a pesar de ventas mínimas y recortes de personal de hasta un 80%. Hay "dot-coms" sobreviviendo, y lo mejor de todo, estamos viendo resurgir una nueva-nueva-economía en la cual Internet se convierte en el vehículo a través del cual lograremos la internacionalización y promoción que toda empresa ha soñado.

 

* Rafael Fragosorfragoso@campus.ruv.itesm.mx
Se desarrolla en la Dirección de Comunicación encargado de Relaciones Públicas y Promoción de la Universidad Virtual del ITESM